Oh la vaca y el Ruiseñor

Cuando no estés
buscando en las palabras
llegará.

I
El terrible ojo
de una vaca
me miró.

Cuando aún
no despertaba
la vaca dijo adiós
y se fue.

Oh la vaca,
¿quién te pastará
rebaños inmensos?

La vida sigue sin tu pasto,
la vida sigue sin tu voz.

Oh la vaca,
inmenso rebaño viviente:
como un secreto te vas
en la tarde.

Adiós.



II
Oh la vaca:
en la tierra no hay consuelo
grande como tu vientre.

¿Cuánto pasto has de tragar
para un vaso de leche?

Tus pechos cuelgan
sedientos como el mar.



III
Oh la vaca,
por la ventana tu ojo,
¿qué ves?

Un niño corre por el campo
en un tiempo del pasado.

Tal vez sea una niña
y una vaca de costado
que se aleja.

La ventana está abierta, vaca,
te oigo rumiar
mis pasos lejanos.

El pasto verde crece cerca de una fuente.
Es un pasto verde y pequeño que no se puede comer.

Oh la vaca,
estoy solo en este juego.

He descubierto el musgo
y con mis dedos se rompe algo
que no volverá.

Tu ojo terrible en la ventana
brilla como luz.

Es una piedra suave,
un pasto que no se puede comer.

Oh la vaca,
por la ventana tu ojo,
¿qué ves?



IV
Venga Ruiseñor:
usted levanta una montaña
recién dormido en el aliento
profundo de la noche.

La luz se mueve
en su canto hermoso
como un huracán.



V
Oh la vaca,
el pájaro canta en la noche
pero no hay canto en el cielo de las vacas:
sólo un mundo verde que se extiende
más allá del sueño y la vigilia.

Oh la vaca,
el ruiseñor canta
mientras el mundo crece bajo tus pies.

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